Apuesta por el comedor integrado
En tiempos donde las casas y los departamentos son de dimensiones cada vez más reducidas, con muy poca frecuencia podemos observar espacios con la amplitud necesaria para hacer una separación efectiva entre la cocina y el comedor, por ejemplo, podemos entrar aquí y ver las decoraciones de cocinas clásicas que tan de moda están hoy.
Tomando el dato anterior como punto de partida, es posible establecer una serie de recomendaciones para realizar la integración entre ambas habitaciones de una manera tan original como armoniosa, la cual servirá para ganar una buena cantidad de espacio y para aprovechar al máximo los metros cuadrados que tenemos a disposición en nuestra casa.
Elije el mobiliario adecuado
Para poder cumplir con este objetivo tan complicado, es fundamental poder contar con el mobiliario adecuado e indispensable, el cual sea capaz de cumplir al máximo con su funcionalidad de almacenamiento pero que al mismo tiempo pueda transformarse sin dificultades en un objeto que sume a la decoración del espacio.
En este sentido, el dato trascendental e ineludible es el de no sumar muebles por el solo hecho de agregarlos, recordando que cada uno de ellos ocupará una cantidad de superficie importante, la cual podríamos utilizar para otra cosa mucho más provechosa.
Mantén el mismo estilo en toda la habitación
Un dato muy importante a la hora de integrar la cocina con el comedor es el que indica que podemos hacerlo a través de la decoración del lugar y manteniendo el estilo que hemos elegido. Al respecto, un factor clave es el color de la pintura empleada en las paredes, las cuales deben estar relacionadas en todo el espacio ya sea por su tinte o por su tonalidad, evitando en todos los casos la sensación de bloques diferenciados.
Algo similar ocurre con las alfombras, las cuales representan un objeto decorativo que funciona a la perfección en el salón comedor y que además nos servirá para integrar los espacios. A estos puntos específicos se le puede agregar todo aporte que se pueda realizar a la decoración, sin olvidar la premisa de conservar el estilo y la armonía.